ROQUE

EN LA VIDA: Hay dos clases de mirada: una que degrada y lástima, otra que enaltece, reconforta, apoya fortalece y anima. Hay dos clases de trabajo: uno que esclaviza y agobia, otro que conforta, ilumina alienta y te libera. Hay dos clases de cansancio: uno que es pesado e incómodo, otro lleno de sentido, que fortalece y alivia y mejora. Hay dos clases de silencio: uno que te asfixia y te ahoga otro que te armoniza y te equilibra. Hay dos clases de risa: una que ofende y agrede, otra que alegra, entusiasma y reanima. Hay dos clases de relaciones: unas que aniquilan, destruyen y otras que nos hacen crecer, progresar, prosperar y hacen surgir lo mejor de nosotros mismos. En la vida hay «dos clases» de todo y cada uno de nosotros, desde el fondo de nuestros corazones, sabemos con qué clase de realidad decidimos vivir. La vida no se nos da de una vez y para siempre. La vida se nos da cada día, cada minuto, cada instante, solo depende de cómo lo vivas tú.